Salí de mi casa treinta minutos antes para encontrar estacionamiento. Llegué y lo primero que me dijo el bibliotecario fue, que su recomendación era que no estudiara Comunicación. Nunca antes había extrañado mi cama tanto.
Cero y van dos. También me lo dijo mi profesor de Introducción al campo de la Comunicación.
Segundo piso y yo me perdía en títulos, pasillos estrechos y las ansias de encontrar algo que me dijera lo contrario.
Después de pedir ayuda a Sergio: Bingo.
Generalidad era el denominador común. Generalidad era precisamente lo que necesitaba.
Qué es la comunicación no era la cuestión, sino cuándo y para qué la comunicación. Encontré dos títulos que su prólogo ofrecían lo necesario. Aunque antiguos, dicen mucho, sin embargo esperaba más. Más novedades de un campo de estudio que involucra tanto.
La biblioteca y su mensaje implícito...
Parece muy claro: estudia lo que hay, escribe lo que no hay.
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