lunes, 19 de agosto de 2013

Soy y fui...


Me llamo Ana Isabel.

Fue hace 3 años que me di cuenta que la gente no se muere de tristeza, de extrañar, o qué se yo.

Ohio fue mi destino. Un año para aprender inglés y luego todo volvería a la normalidad.


Collage de fotos amigos de Puebla
en mi estancia en Ohio
A las dos semanas yo quería aprender, pero a correr de regreso a Puebla. Conforme pasaban los días, yo aprendía inglés y nada mas no aprendía como regresar. Estaba totalmente fuera de mi zona de confort y ese, ese era mi problema. Lloré, lo que no había llorado en dieciséis años de mi vida. 

No era tan malo ni tan bueno, solo sentía que no era. Quería vivir en un mundo de felicidades efímeras dentro de mi comodidad que no me llevaban a ningún lado. Estaba negada a vivir una experiencia que me hiciera descubrirme. Tenía miedo y quería a mi mamá.

El calendario se convirtió en mi mejor amigo. Esperaba y me imaginaba mi regreso, como un niño espera y se imagina la llegada de la Navidad. Como cuando todo se vuelve insignificante y no nos damos cuenta que es lo más trascendental. Sin embargo, el camino fue difícil, pero sus alrededores y el destino fueron maravillosos. Inconscientemente descubrí cosas conforme avanzaba el tiempo, que se convirtieron en los valores que hoy en día conducen mi vida. No encontré al amor de mi vida ni hice grandes amigos, pero fue y no fue el mejor año de mi vida. Así de irónico.

Soy una orgullosa sobreviviente al peor miedo de todos: la soledad. Hoy soy lo que soy, porque me di cuenta que la vida te pide un momento de tu vida para enseñarte quien eres y que quieres, porque como dice la frase: "nadie dijo que sería fácil, sólo prometieron que valdría la pena", y hoy, estoy más convencida que nunca. 

Soy...
Comunicóloga en proceso, futbolista por naturaleza, deportista por convicción y poblana por adopción. Sociable pero poco social. Sarcástica, escéptica, idealista y ocurrente. Amante de México y su calidez. Ni tan liberal, ni tan conservadora. Políticamente neutral. De mucho diálogo, de ideas concretas. Pienso para vivir y vivo para pensar. Familiar y de familia. Creyente y practicante del: "No hagas lo que no quieres que te hagan". 


Ese único caso de Anita que no lava la tina.


Cada vez más convencida de que el Té Chai y un loco perdido en otro país, son el amor de mi vida.

Cantidad de sonrisas, calidad de sonrisas.

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