viernes, 29 de noviembre de 2013

¿En dónde estoy?

Llegaste al lugar indicado si te gusta la intensidad y la escritura, y si no, ya te va a gustar. 

Yo no la llamaría clase de Español, sino asesoría en Español. Lo que sucede aquí, es que la rigidez que caracteriza a una clase tradicional, en este salón desaparece. Tan simple como que tu computadora, tu iPad o tu iPhone, se convertirán en tus mejores amigos. ¿Ya empieza bien, no?

Aquí no hay libros o libretas. No necesitas una pluma ni un marcador de textos. Necesitas un blog y ganas, muchas ganas de transmitir tu conocimiento con tu propio estilo. Necesitas aprender a relacionarte con las maravillas tecnológicas que nos ofrece Internet, y bueno, también con tus compañeros de clase.

Vas a leerlos y te van a leer, mientras Sergio se emociona mostrándote algún nuevo descubrimiento que hizo el fin de semana. 

Te sorprenderán los motores de búsqueda que nadie te había querido enseñar y que Sergio te enseñará. Luego probablemente los vas a odiar, pero vaya que te van a servir, ya te acordarás de mí.

Y la clase cambia de sede. Del salón al jardín de meditación y de regreso, luego a la biblioteca y de nuevo al salón.

Si algo caracteriza a este espacio que representa la "clase", es la libertad de todo. Una que engaña y confunde, pero no es más que una estrategia para crear responsabilidad en ti, con el objetivo de que aprendamos que lo que hacemos o dejemos de hacer siempre tiene una consecuencia, aún cuando no sea intencionalmente.


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